Resumen general de los Siete Rayos

“Los Siete Rayos son la primera diferenciación de la divina tríada: Espíritu, Conciencia y Forma que mencionaremos como Vida, Cualidad y Apariencia que proporcionan todo el campo de expresión para la Deidad manifestada”. “Los Siete Rayos son la personificación de siete tipos de fuerza, que nos demuestran las siete cualidades de la Deidad. Estas siete cualidades, tienen un efecto séptuplo sobre la materia y las formas que existan en todas partes del universo y también una poderosa interrelación entre sí. Vida, cualidad y apariencia, forman una síntesis en el universo manifestado y en el hombre encarnado y el resultado de esta síntesis es séptuplo, dando origen a siete tipos de formas cualificadas que surgen en cada plano y en cada reino”.

1) Voluntad - Poder

2) Amor – Sabiduría

3) Inteligencia Activa

4) Armonía a través del conflicto

5) Conocimiento Científico

6) Devoción e Idealismo

7) Ley – Orden – Ceremonial

Primer Rayo de Voluntad o Poder

Virtudes especiales: Fortaleza, valor, constancia y veracidad provenientes de la falta absoluta de temor; poder de gobernar, capacidad para captar las grandes controversias con amplitud de criterio, dirigir a las personas y tomar decisiones.

Vicios del rayo: Orgullo, ambición, versatilidad, inflexibilidad, arrogancia, deseo de dominar a los demás, obstinación, ira.

Virtudes a adquirirse: Ternura, humildad, simpatía, tolerancia, paciencia.

A este rayo se lo denomina correctamente el del poder, pero si fuera sólo poder sin sabiduría ni amor, sería una fuerza destructiva y de desintegración. Sin embargo, cuando las tres características están unidas, deviene un rayo creador y regidor.

Segundo Rayo de Amor - Sabiduría

Virtudes especiales: Calma, fuerza, paciencia y resistencia, amor a la verdad, lealtad, intuición, inteligencia clara y temperamento sereno.

Vicios del rayo: Excesiva concentración en el estudio, frialdad, indiferencia hacia los demás, desprecio por las limitaciones mentales ajenas.

Virtudes a ser adquiridas: Amor, compasión, altruismo, energía.

A este rayo se lo denomina el de la sabiduría, debido a su característico deseo de adquirir conocimiento puro y alcanzar la verdad absoluta - es frío y egoísta si no ama - y es inactivo si no posee poder. Si posee amor y poder, entonces tenemos el rayo de los Budas y de los grandes instructores de la humanidad, aquellos que habiendo alcanzado la sabiduría para emplearla en bien de los demás, se entregan por entero a difundirla.

Tercer Rayo de la Mente Superior

Virtudes especiales: Amplio criterio respecto a todas las cuestiones abstractas, sinceridad en el propósito, intelecto claro, capacidad de concentrarse en estudios filosóficos, paciencia, cautela, no le preocupan las trivialidades ni quiere preocupar a otros.

Vicios del rayo: Orgullo intelectual, frialdad, aislamiento, inexactitud en los detalles, distracción, obstinación, egoísmo, crítica excesiva respecto de los demás.

Virtudes a ser adquiridas: Simpatía, tolerancia, devoción, exactitud, energía, sentido común.

Este es el rayo del pensador abstracto, del filósofo y del metafísico, de la persona que se deleita con las matemáticas superiores, pero, si no está modificado por un rayo práctico, no se preocupará por tener al día aspectos concretos, como la contabilidad, por ejemplo. Tendrá una imaginación muy desarrollada; por el poder de su imaginación captará la esencia de una verdad; su idealismo será con frecuencia muy marcado, es soñador y teórico; debido a sus amplios puntos de vista y gran cautela, ve con la misma

claridad todas las facetas de un asunto, lo cual a veces detiene su acción.

Cuarto Rayo de Armonía a través del Conflicto

Virtudes especiales: Grandes afectos, simpatía, valor físico, generosidad, devoción, intelecto y percepción rápidos.

Vicios del rayo: Egocentrismo, preocupación, inexactitud, falta de valor moral, fuertes pasiones, indolencia, extravagancia.

Virtudes a ser adquiridas: Serenidad, confianza, auto - control, pureza, altruismo, exactitud, equilibrio mental y moral.

A este rayo se lo denomina el rayo de la lucha, porque en él las cualidades rajas - actividad - y tamas - inercia - están en forma extraña, tan equilibradas, que la lucha entre ambas quebranta la naturaleza del hombre de cuarto rayo. Cuando el resultado es satisfactorio se lo denomina el nacimiento de Horus o del Cristo, originado por la agonía del dolor y del constante sufrimiento.

Quinto Rayo de la Mente Inferior

Virtudes especiales: Declaraciones estrictamente exactas, justicia - sin clemencia- perseverancia, sentido común, rectitud, independencia, intelecto agudo.

Vicios del Rayo: Crítica mordaz, estrechez mental, arrogancia, carácter rencoroso, carente de compasión, irreverente, lleno de prejuicios.

Virtudes a adquirir: Reverencia, devoción, conmiseración, amor y amplitud mental.

Es el rayo de la ciencia y la investigación. La persona que pertenece a este rayo poseerá un intelecto agudo, gran exactitud en los detalles y hará incansables esfuerzos para llegar al origen de los menores detalles y comprobar todas las teorías. Por lo general será excesivamente veraz, explicará en forma lúcida los hechos, aunque a veces sea pedante y molesto, debido a su obstinación en repetir menudencias triviales e innecesarias. Será ordenado, puntual, eficiente; no le agradará recibir favores ni halagos.

Sexto Rayo de Devoción

Virtudes especiales: Devoción, concentración mental, amor, ternura, intuición, lealtad, reverencia.

Vicios del rayo: Amor egoísta y celoso, depende demasiado de los demás, parcialidad, auto engaño, sectarismo, superstición, prejuicios, conclusiones demasiado rápidas, arranques de ira.

Virtudes a adquirirse: Fortaleza, auto sacrificio, pureza, veracidad, tolerancia, serenidad, equilibrio, sentido común.

A este rayo se lo denomina el rayo de la devoción. La persona que pertenece a este rayo, tiene instintos e impulsos religiosos y un intenso sentimiento personal y no considera nada equitativamente. Todo a sus ojos es perfecto o intolerable; sus amigos son ángeles y sus enemigos el reverso. Sus puntos de vista en ambos casos, no se basan en los méritos intrínsecos de cada uno, sino en el modo con que la persona le atrae, o por la simpatía o antipatía que demuestra hacia sus ídolos favoritos, sean estos concretos o abstractos, porque es muy devoto a una persona o a una causa.

Séptimo Rayo de Orden - Ceremonial

Virtudes especiales: Fortaleza, perseverancia, valor, cortesía, excesivamente detallista, confianza en sí mismo.

Vicios del rayo: Formulismo, intolerancia, orgullo, estrechez mental, criterio superficial, excesivo engreimiento.

Virtudes a adquirirse: Comprensión de la unidad, amplitud mental, tolerancia, humildad, benevolencia, amor.

Este es el rayo del ceremonial, por el cual la persona se deleita de todas las cosas realizadas en forma decente y ordenada. El trabajo literario de una persona de séptimo rayo, será notable por su estilo muy refinado, y como escritor, se preocupará más por la forma que por el tema de su trabajo, pero poseerá fluidez para escribir y hablar. El individuo deseable de este rayo, tiene la absoluta intención de hacer lo correcto y pronunciar la palabra correcta en el momento oportuno, de allí su gran éxito social”.

Síntesis que Zachary Lansdowne realizó

sobre el trabajo original de Alice A. Bailey.

Cualidades características de los Siete Rayos del Alma

Rayo Uno, Voluntad o Poder: Singularidad en el propósito, Poder dinámico, Visión clara, Separación, Soledad, Sentido del Tiempo.

Destruye formas superadas para que emerjan las actuales; estimula el despertar y la manifestación de la esencia. Moldea el nuevo hombre, dirige la evolución de las Razas. Está presente en el átomo como poder de cohesión. Las actividades volcánicas, así como la pura y genuina capacidad de gobernar, provienen del Primer Rayo.

Manifestación de este rayo en un individuo poco evolucionado: Orgullo, ambición, arrogancia, imposición de la propia voluntad sobre los demás, autoritarismo, crueldad, unilateralidad.

Manifestación de este rayo en un individuo evolucionado: Amor por la concentración, determinación, capacidad de coordinar grupos y emprendimientos, persistencia, paciencia, impasibilidad.

Rayo Dos, Amor - Sabiduría: Amor divino, Atracción, Resplandor, Poder de salvar, Expansión o carácter inclusivo, Sabiduría.

Permite la construcción de las formas; es magnético y aglutinante. Conocido como energía Crística, es la nota básica de este sistema solar. La sensibilidad y el perfume en el reino vegetal, el proceso iniciático en el reino humano y en otros superiores, la ciencia del amor y de la unión con el Todo y su expresión externa y la religión, provienen del Segundo Rayo.

Manifestación de este rayo en un individuo poco evolucionado: Tendencia a la inclusión no selectiva, apego, relación pasional con personas y situaciones, curiosidad, locuacidad, temor.

Manifestación de este rayo en un individuo evolucionado: Comprensión intuitiva de los otros y de la vida, entrega espontánea a la Fuente de la Vida, desapego, compasión, impersonalidad.

Rayo Tres, Inteligencia Activa o Adaptabilidad: Iluminación Mental, Poder de manifestar, Investigación científica, Poder de evolucionar, Equilibrio, Poder de producir síntesis en el plano físico.

Da vida, organiza y estructura las formas. Actúa en el plano etérico por medio de la energía vital. La capacidad de adaptación y el instinto en los animales y los modos de interacción entre los hombres - comunicaciones, transportes, radio electrónica y otros - están bajo la influencia del Tercer Rayo. Esta energía se relaciona también con el uso del dinero y los bienes materiales.

Manifestación de este rayo en un individuo poco evolucionado: impulso a la actividad indiscriminada, dispersión, rigidez, predominio de aspectos instintivos, separatismo, cristalización en conceptos, ilusión de estar siempre ocupado, creatividad mental, control de los demás en beneficio propio.

Manifestación de este rayo en un individuo evolucionado: discernimiento, adaptabilidad, telepatía superior, capacidad de abstracción filosófica, lógica, uso correcto del tiempo, creatividad superior, inteligencia, capacidad de establecer prioridades.

Rayo Cuatro, Armonía a través del Conflicto: Poder para penetrar en las profundidades de la materia, Armonía de las esferas, Síntesis de la verdadera belleza, Aspectos duales del deseo, Poder para expresar la divinidad, Poder para revelar el camino.

Lleva las formas al perfeccionamiento; en el ser humano pone de relieve el principio anímico y actúa por medio de la energía intuitiva. Rige a la humanidad en su totalidad: lleva al hombre a percibir los límites del campo de consciencia en el cual se encuentra confinado y lo impulsa, a veces por medio de conflictos, a superarlos. Cuando los vive conscientemente, esos conflictos lo conducen al equilibrio.

Manifestación de este rayo en un individuo poco evolucionado: conflicto, dualidad, sensualidad, ilusión de ser creativo.

Manifestación de este rayo en un individuo evolucionado: intuición, capacidad de reconocer necesidades amplias y de armonizar opuestos.

Rayo Cinco, Conocimiento Concreto o Ciencia: Emergencia dentro y fuera de la forma, Poder para hacer oír la Voz del Silencio, Manifestación de la gran luz blanca, Revelación del camino, Iniciación de actividad, Purificación con el fuego.

Promueve la aproximación de las formas a la Idea Divina que les dio origen; estimula el desarrollo del mundo concreto y actúa por intermedio del impulso mental y del intelecto. Genera la ciencia del alma, la sicología y la educación.

Manifestación de este rayo en un individuo poco evolucionado: ilusión con datos observables, desprecio por lo intangible, enjuiciamientos a partir de preconceptos, convicción de ser el dueño de la verdad, intransigencia.

Manifestación de este rayo en un individuo evolucionado: conexión con realidades internas, conocimiento del alma, amor a la Verdad.

Rayo Seis, Adhesión o Idealismo: Superación de las aguas de la naturaleza emocional, Resistencia y bravura, Poder para extinguir el deseo, Autoentrega, Rechazo de lo que no se desea, Poder para aislarse.

Eleva la vida y los seres; canaliza el deseo y la aspiración hacia metas cada vez más altas y revela nuevos ideales. La búsqueda de la luz por parte de los vegetales y la domesticidad de los animales, son ejemplos de la influencia de este Rayo en los reinos infrahumanos.

Manifestación de este rayo en un individuo poco evolucionado: fanatismo, emotividad exacerbada, idolatría, apego al objeto de devoción.

Manifestación de este rayo en un individuo evolucionado: voluntad persistente, unión con la Verdad, devoción por la Vida Única y entrega incondicional a ella.

Rayo Siete, Orden Ceremonial: Poder de crear, Poder de pensar, Poder mental, Poder de vitalizar, Poder de cooperar, Revelación de la Belleza de Dios.

Hoy se encuentra especialmente activo. Estimula la unión del espíritu con la materia. Es una de las líneas rectoras de la organización energética del planeta, uno de los regentes de la existencia terrestre en el ciclo que ahora comienza. Ofrece la posibilidad de que las estructuras de los distintos niveles de conciencia adquieran una conformación que les permita responder, de modo más perfecto, a los estímulos de la luz. Propicia el contacto del hombre con el Reino Dévico. A través de la influencia de esta energía se pueden percibir los hechos, los seres y los cuerpos mismos como energía en movimiento y como expresiones de realidades internas. Revela el lado oculto de la vida y la ciencia de la relación con él. Impulsa la formación de grupos y los conduce en consonancia con el propósito evolutivo; organiza las

fuerzas del mundo formal por medio del ritmo preciso y constante. Lleva la consciencia humana a trascender el personalismo y a formar parte de una consciencia más global. La radiactividad, en el reino mineral, es activada por el Séptimo Rayo.

Manifestación de este rayo en un individuo poco evolucionado: superstición, rigidez, cristalización en aspectos formales, minuciosidad exagerada, separatismo.

Manifestación de este rayo en un individuo evolucionado: conocimiento oculto de la vida, flexibilidad y rigor, expresión de orden interno, actividad grupal ordenada.